
1.- Enviarlo a leer como castigo por no haber hecho la tarea, por portarse mal, imponerle que lea a pesar de que tu hijo no quiera, solo lo alejan del gusto y disfrute de la lectura. Mejor mantén una rutina donde la lectura esté incluida.
2.- Ponerle a leer siempre el mismo libro, auque sepas que tu niño no lo disfruta, no habrá ningún tipo de interés por seguir aprendiendo. Ofrécele variedad de libros.
3.- Regañarlo todo el tiempo porque lee con tono de voz muy alta o muy baja. Mejor enséñale mediante el ejemplo cómo debe hacerlo.
4.- Compararlo con otros niños, decirle todo el tiempo debes leer como tu amiguito o primito, mira que bien lo hace tu primo o tu hermano aprendió rapidito. Esas palabras solo afectan su autoestima.
5.- Interrumpirlo todo el tiempo para corregirlo, así no se lee, así no es, ahí no dice eso, lee más rápido, lee más lento. Imagínate tener de guía a una persona que solo critica, enfócate en sus logros, corrige con dulzura.
6.-Enviarlo a hacer planas de las palabras que leyó mal o que no conoce, mejor incluye el uso del diccionario o la tecnología para aprender nuevos significados.
7.-Obligarlo a leer por períodos muy largos, exigirle que termine de leer el libro rápido. Mejor permite que se tome el tiempo que requiera, sin prisa y con mucha paciencia.
8.- Corregirle de mala manera cuando cometa errores al leer, utilizar gritos, amenazas, chantajes está mal. Invítalo a seguir practicando, a seguir aprendiendo, motívalo, hazle saber que cada avance vale la pena.
Lo más importante es hacer que nuestros niños desarrollen el gusto por la lectura. El aprendizaje inicial es clave. Mi libro Leo, Aprendo y Me Divierto está para acompañarte y hacer interesante y divertido este proceso.

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